El factor genético no es tan vital
El rendimiento de cualquier deportista se basa fundamentalmente en el entrenamiento que lleva a cabo. Así, podemos definir entrenamiento deportivo como un proceso sistemático, complejo, pedagógico y multifacético a través del cual un deportista puede, a partir de su potencial genético, conseguir un determinado nivel de rendimiento físico, técnico, táctico y psicológico, gracias a los complejos procesos de adaptación del organismo. Actualmente, el área del conocimiento que estudia y analiza este proceso es la teoría del entrenamiento, que puede ser considerada como una ciencia en sí misma, pero a su vez se enriquece por la aportación de diversas ciencias de apoyo, como fisiología, biomecánica, psicología, anatomía, pedagogía, historia, sociología, nutrición, medicina deportiva, estadística y otras ciencias aplicadas. En los últimos decenios, los deportistas han conseguido cotas de rendimiento muy elevadas debido, entre otros factores, a la aplicación de un entrenamiento más sistemático, científico y eficaz, donde el factor genético ya no tiene la importancia vital de antes. Pero también eso ha hecho que lograr un gran rendimiento sea mucho más complicado de lo que pueda parecer.
El objetivo de esta libreta de apuntes es explicar de la manera más clara posible las claves del entrenamiento deportivo. Todos seguimos las evoluciones de los deportistas, las hazañas de nuestros ídolos y los resultados de este fascinante mundo que es el deporte de alta competición. Incluso nos atrevemos a dar opiniones técnicas, confeccionar alineaciones, sentenciar a deportistas y entrenadores o poner remedio a las crisis de rendimiento de cada semana. Pero, ¿sabemos en realidad qué hay detrás del rendimiento de un deportista?
Y, sobre todo, pretenderemos siempre divulgar la teoría del entrenamiento deportivo desde una perspectiva pedagógica. Y aunque pueda parecer excesivamente pretencioso, ojalá podamos cumplir aquello que un día escribió Rubem Alves: "Enseñar es un ejercicio de inmortalidad. De alguna forma seguimos viviendo en aquellos cuyos ojos aprendieron a ver el mundo a través de la magia de nuestra palabra. Así, el profesor no muere nunca..."
Diversas ciencias enriquecen el entrenamiento
La vieja imagen del entrenador como único responsable del entrenamiento ha dado paso a equipos multidisciplinares.
La imagen del entrenador o mister con silbato, cronómetro en mano, chándal y gorra, único responsable de la preparación de los deportistas, ha pasado ya a la historia. Aquel entrenamiento deportivo de la primera mitad del siglo XX, basado sobre todo en el empirismo y la intuición, ha dado paso a una etapa actual en la que el papel de la ciencia es fundamental.
De no saber el porqué de las respuestas fisiológicas de los deportistas se pasa a dar respuesta a los problemas del deporte, estudiándose el fenómeno deportista: prestación deportiva en toda su complejidad e interrelación.
Todo ello ha hecho que la obtención de alto rendimiento en el deporte actual sea producto del trabajo de un equipo multidisciplinar en el que el entrenador sigue siendo quien dirige todo el proceso, pero junto a él es fundamental el trabajo del preparador físico, el equipo médico, el psicólogo, el fisioterapeuta, el dietista, el podólogo y otros técnicos como ayudantes de entrenador, recuperadores de lesiones, entrenadores específicos de porteros, ojeadores, etcétera.
Por eso, la investigación que llega desde diversas ciencias de apoyo enriquece la teoría y metodología del entrenamiento. Entre estas ciencias de apoyo destacan: fisiología, biomecánica, estadística, anatomía, psicología, nutrición, tecnología, historia, valoración funcional, fisioterapia, medicina, biología, cibernética, etcétera.
Y en los últimos años, algunas de estas ciencias se han especializado y han adquirido un apellido: del deporte.
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